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Por el A.I. Leandro Plotinsky
Miembro del Comité de
Titulos
y
Rating
FIDE |
Esta semana les presentaré un interesante e
instructivo caso en el que me tocó actuar. El pasado sábado, en la
Ciudad de Lincoln, se jugó la cuarta etapa del Sexto Gran Prix
Bonaerense Zona Oeste. Ritmo: 15 minutos por jugador.
Las
reglas que utilizamos son las denominadas de "partida rápida". Tal
como está hoy redactado el Reglamento (todos los ritmos legislados
en Las Leyes del Ajedrez) el árbitro debe tomar en cuenta en primer
lugar a Las Leyes, luego a las Reglas del "Finish" que modifiquen
las anteriores y finalmente a las del "ajedrez rápido" donde
modifiquen las anteriores.
Textualmente se establece:
APENDICE B (Ajedrez Rápido)
Un
niño de 12 años conducía las Blancas contra un señor mayor. A ambos
les restaban aproximadamente (no se jugaba con relojes digitales) 2
minutos y habían llegado a la siguiente posición:
Blancas: b4, c5, d4, e4, e5, g5,
h4, Ae3 y Rf2 Negras:
b5, c6, e5, g6, h5, Ac7, Ad7 y Rf8
Varias
partidas habían finalizado y, llevado por la gran cantidad de
espectadores y jugadores que rodeaban la mesa, me acerqué a esa
partida. Inmediatamente los espectadores me comentaron que ya hacía
varias jugadas que ambos iban y venían en esa posición. Movían los
alfiles y reyes de un lado al otro, aparentemente convencidos de que
jugaban a ganar (¿o alguno esperaba "relojear"? ). La partida era
claramente tablas.
Los
espectadores miraban azorados y me pedían que decretara tablas, pero
nada podía yo hacer ya que ninguno de los dos jugadores reclamaba.
Los que estabamos convencidos que no se podía ganar ni los jugadores
intentaban ganar por medios normales éramos los que estabamos
afuera.
Es
oportuno recordar las "Leyes del Ajedrez" en el articulo de las
partidas a "Finish" (que el apéndice para partidas rápidas no
modifica).
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Artículo 10.2. Si a un
jugador le quedan menos de dos minutos en su reloj, puede reclamar
tablas antes que caiga su aguja. Debe detener los relojes y
convocar al árbitro. (a) Si el árbitro está
convencido que el rival no se esfuerza por ganar la partida por
medios normales, ó que no es posible ganar por medios normales,
declarará tablas la partida. De otra manera, postergará su
decisión. (b) Si el
árbitro posterga su decisión, pueden ser adjudicados dos minutos
extras al rival y la partida continuará en presencia del
árbitro. (c)
Habiendo postergado su decisión, el árbitro puede posteriormente
declarar la partida tablas, aun después que una aguja haya caído.
El hecho es que siguieron jugando sin reclamar.
En el momento que se le cae la aguja al jugador de negras, éste pone
la mano en el reloj y exclama "¡Tablas!", decretándolas. En ese
mismo instante el niño exclamaba "¡Tiempo!" mirándome
confundido por el "decreto" de su rival.
Inmediatamente dictaminé que las blancas ganaron por
tiempo.
El
jugador de piezas negras se quedó reclamando las tablas. Aducía que
hacía 5 minutos que estaban jugando esta posición sin poder
progresar, y que su rival no intentaba ganar (¡tenía pieza de
menos!) por medios normales.
Le
mostré los puntos del reglamento que vimos en esta nota. A pesar de
su enojo, con mis mas suaves maneras (hay que entender que acababa
de perder una partida completamente tablas) le expliqué que con la
aguja caída su reclamo no es válido.
En ese
instante se acercó un enardecido espectador vociferando "¡Te salió
mal!... lo quisiste relojear al pibe así ... sabiendo que vos jugás
mas rápido ... , te salió mal, pirata ... !". La mayoría de los
espectadores asentían. Eran las palabras que todos querían escuchar
y nadie se animaba a decir.
Conclusión: En este ritmo
de juego, el árbitro no puede decretar tablas de oficio.
Moraleja 1: Si no quiere perder una
partida tablas, reclame. Si no lo hace se arriesga a perder por
tiempo, o a que sea su rival quien reclame.
Moraleja 2: Aprenda el
Reglamento. Si no reclama por desconocer su derecho, se arriesga a
que los espectadores le digan ... ¡pirata!
De mi diccionario de ajedrez
básico:
Pirata: ajedrecista que
procura mejorar a su favor, por cualquier medio, el resultado de una
partida.
Relojear:
Acción y efecto del relojeo. Dícese de la acción de ganar por tiempo
una partida perdida o tablas limitándose a jugar rápido y procurando
complicar al rival para demorar sus réplicas.
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